LA RAMA JUÁNICA I: Los teogamas del bogomilismo
Por el éter transmundial testimoniamos la alegría que le espera a la humanidad: ¡El gran cambio! ¡El eje mundial ha girado hacia la bonhomización!
Miles de civilizaciones bondadosas, mundos habitados, con esperanza y amor miran a la Tierra, enviando Minné ardiente. Los panteones bondadosos, los habitantes bondadosos de comunidades intergalácticas –el univérsum bondadoso se puso en movimiento.
Los bondadosos Padre y Madre se revelan por primera vez a la nueva bondadosa humanidad. El mal desenmascarado se va. ¡Anuncio el descendimiento a la Tierra de las almas hermosas y bondadosas, ajenas y privadas del mal!
Vuelven a la Tierra los panteones bondadosos –las pléyades de buenas divinidades y gente bondadosa: padres y madres, ancianos y ancianas, albios y albias, constelaciones y ciudades bondadosas, seres bondadosos, pajaritos bondadosos de miles de especies, animales domésticos y salvajes –pececitos, perritos, bichitos: angelitos, espíritus domésticos, urbanos, de los bosques y las estepas… ¡Qué sinfonía de Bondad celestial!
Un proyecto grandioso anunciado por Juan de San Grial es: ¡la Tierra debe hacerse el nuevo sol espiritual del universo! Esa es la idea auténtica, arquetípica, de todas las naciones y seres humanos, capaz de unir a todas las naciones.